És ben conegut el logotip i la marca de cotxes Toyota. Es tracta dels anells de Borromeu, que apareixen a l’escut d’aquesta família renaixentista del Segle XV.
Al Journal of Chemical Education de maig hi ha un article (i també la portada) sobre un experiment sintétic de química orgànica (que de fet és una pràctica docent) que crea tres anells entrellaçats en forma d’anells de Borromeu.
Em sembla que inventar-se pràctiques de laboratori com aquesta permet a la vegada estimular l’interés dels estudiants i a la vegada introduir una mica conceptes de topologia i de ciència recreativa.
Hola!
Me parece genial que se realicen nuevas experiencias al laboratorio. Pero creo, humildemente, que en lo que se tendría que mejorar es en cómo se comunica la ciencia, es decir, cómo el proceso comunicativo entre el alumno y profesor sea óptimo?. La forma pausada, precisa de comunicar la información ha de ser básica. En ésto, llamo a los neurocientificos, psicologos que tomen iniciativas para óptimizar: la vocalización óptima del profesorado para que un alumno pueda digerir y, lo más complejo, entender la información. Por más complejo que sea un tema o materia, siempre se puede explicar de una manera comprensible. Los impedimentos son meras imposiciones superfluas, en lo que hemos de mejorar es: en cómo se comunica, tanto escrita como hablada, la información? El problema radica en: cómo redactar con emoción, es decir, cómo emocionar al alumno explicandole ciencia? Como al escuchar a Bach o Mozart, nos puede llegar a emocionar, pués, lo mismo ha de suceder. En un escrito, aunque no lo creamos, se puede saber hasta el estado de ánimos de la persona que lo ha escrito. Si somos cpaces de emocionar con un escrito, la ciencia, creo humildemente, no perderá personas que puedan emocionar a la futuras generaciones.
Muchas gracias,
Martín.