Parlant de MOOCs a EducaWeb

Avui Educaweb ha publicat un petit reportatge sobre MOOCs on hi dono alguna opinió sobre el tema. Es tracta de l’article Los MOOC: Pros y contras de un sistema que acerca la universidad al gran público. D’altres persones implicades en aquests cursos també hi aporten les seves opinions, que em semblen ben interessants. Veig que Educaweb opina que els MOOC són ideals per a la formació contínua, i que són una bona fòrmula per establir un primer contacte amb determinades matèries.

El resum que proporciona Educaweb és

Pese a su reciente creación, los cursos masivos abiertos y en línea (“Massive Open Online Courses”, MOOC) gozan de un notable éxito en varios países -España incluida-. En este reportaje hablamos con algunos de sus protagonistas -usuarios, docentes… -, con el objetivo de explorar los pros y contras de este nuevo y revolucionario sistema educativo “a la carta”, que ha llegado para quedarse, pero que todavía alberga unos cuantos interrogantes sobre su eficacia.

L’article d’Educaweb acaba amb

¿Asistimos a una revolución en la educación? ¿Los MOOC son el final del paradigma de la formación clásica o de la universidad tal como la concebimos actualmente? Es cierto que su efervescencia ha desplazado varios actores del sistema educativo. Sin embargo, frente a algunas voces que predicen el fin de la universidad, hay que recordar que esta institución combina, por esencia, formación e investigación, y los MOOC son sobre todo formación. Además, la universidad se fundamenta intensamente en la interacción entre profesores y alumnos, y en vivencias y experimentaciones prácticas y próximas, lo que los MOOC raramente pueden materializar. Habrá  que volver a preguntar a éstos y a otros protagonistas dentro de pocos años para verificar el auténtico calado y utilidad de los MOOC.

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Lejos de quedar anquilosada, la universidad busca nuevas fórmulas para adecuar su doble misión de docencia e investigación al siglo XXI. Una de las fórmulas más exitosas, de creación reciente, son los MOOC, cursos masivos,online y “a la carta”, ofrecidos por la universidad, que emplean a fondo herramientas multimedia (videos “online”, textos, participación en foros, tests para evaluar, etc.). Sin duda, su gratuidad y el hecho de que se realicen mediante Internet explican en buena medida la buena acogida que han recibido.

Rachel Nelson, responsable de proyectos de DEP Instituto, ha participado recientemente como alumna, por interés personal y profesional, en dos MOOC sobre salud pública y políticas públicas. “Ha sido una experiencia muy estimulante. Creo que los MOOC son una buena forma tanto para tener un primer contacto con determinadas materias como para profundizar en un tema concreto para el desarrollo profesional”, asegura Rachel. “Sin embargo, todavía es pronto para valorar su alcance, pues siguen avanzando en cuanto a tecnología y funcionalidades. Están creando su propio espacio dentro del ámbito de la educación y de la formación”, subraya Rachel, y recuerda que “pueden ser aplicados de varias maneras dentro de la universidad; pueden ser utilizados, por ejemplo, en la clase del revés (“Flipped Classroom”), en la que se transmite el conocimiento y se explica la materia online en casa y se trasladan al aula las tareas, las actividades y la resolución de dudas con el profesor”.

Herramienta ideal para la formación continua

Los MOOC son una herramienta ideal para la formación continua. “Cualquier persona puede seguir un MOOC, siempre que tenga los conocimientos previos necesarios. Ello abre muchísimo el campo de la formación, y permite, por un lado, un nuevo tipo de formación permanente a lo largo de la vida, y por otro, al profesor, le posibilita ofrecer formación fuera de su estricto campo de conocimiento; a menudo, el sistema le restringe su actividad. Los MOOC proporcionan, pues, libertad de actuación al docente”, afirma Miquel Duran, que ha coordinado un MOOC sobre Comunicación científica en la red en la Universidad de Girona. Duran reconoce que “aunque usamos a menudo las nuevas herramientas que ofrece Internet, y tratamos de estar al día en las técnicas eficientes para desarrollar material de “e-learning”, montar un MOOC nos ha supuesto un verdadero ejercicio de reflexión sobre lo que significa la enseñanza no presencial”.

Los MOOC permiten una democratización del conocimiento. Sin embargo, Miquel Duran recuerda que “tienen sobre todo fieles seguidores, al igual que sucede con toda formación, en las personas más “animadas”, las que ya están formadas y todavía quieren más. Es necesario que los MOOC (y toda la formación) vayan dirigidos también a la gente que no forma parte de la élite, sea por capacidades personales, porque no están familiarizados con la red como elemento para la formación, o por otras razones. Los MOOC deben contribuir decisivamente a reducir la brecha digital”. Rachel Nelson suscribe esta idea: “Los MOOC tienen mucho potencial, el potencial de ser masivos (de momento, el récord de alumnos de un MOOC es de 180.000, pero no hay límite) y abiertos a todo el mundo. Este potencial hace posible una democratización del saber, pero se debería fomentar la llegada de los MOOC a los colectivos con más necesidad para hacer realmente efectiva esta democratización”, afirma Nelson.

¿Cómo se evalúan los conocimientos?

Los MOOC no permiten evaluar los conocimientos adquiridos, dicen algunas voces críticas. Pero no es del todo cierto. Por un lado, en algunos de ellos se realizan  pruebas tipo test, y por otro, los propios estudiantes pueden valorarse entre ellos. Es habitual que los compañeros de curso se apoyen en foros online. “Corregir y valorar trabajos de otra persona también es una actividad de aprendizaje, y muy buena! Por parte del equipo docente, el hecho de no tener que corregir trabajos implica liberarse de una tarea más bien rutinaria, y por lo tanto puede destinar su tiempo a otras tareas”, dice Miquel Duran, de la Universidad de Girona.

“Los MOOC permiten a un profesor o a un equipo docente salir de dos fronteras: por un lado, puede montar un curso de cualquier tema, sin limitarse al área clásica de su conocimiento. Por otro lado, se abre al mundo: sólo el interés, relevancia y atractivo del curso (¡y su promoción, por supuesto!) comportarán más o menos alumnos. De alguna forma se puede decir que los profesores, hasta ahora emprendedores de la investigación, pasan también a ser emprendedores en temas de docencia”, sostiene Duran.

“Los MOOC emergen y toman fuerza en un momento en el que los universitarios deseamos cambiar el modelo clásico de enseñanza y no contamos con el apoyo claro de la administración ni con liderazgos bien definidos en las universidades que apuesten nítidamente también por la docencia”, dice Carmen Fernández Morante, profesora titular de didáctica y organización escolar de la Universidad de Santiago de Compostela, que ha sido hasta hace poco vicerrectora de titulaciones y PDI del mismo centro.

Fernández Morante subraya que “no podemos concederle tanto poder a los MOOC -al menos tal y como están siendo concebidos actualmente- y depositar en ellos falsas expectativas como que pueden transformar los modelos de enseñanza y “liberarse del corsé” de las plataformas institucionales”. Los MOOC deben combinarse, pues, según Fernández Morante, con otras fórmulas: “Con la diversidad de tecnologías disponibles (plataformas, redes sociales, “software” social, tecnologías ubicuas y móviles, e-portfolios, sistemas de almacenamiento icloud…), hoy en día es posible desarrollar entornos virtuales de formación flexibles, abiertos y potentes que combinen la eficiencia en el uso de los recursos, la diversificación de contenidos y propuestas de interacción, y el equilibrio entre el aprendizaje formal regulado y desregulado”. Fernández Morante subraya que “los MOOC están marcando los diseños de Entornos Personalizados de Aprendizaje (PLE) y que por el momento no han sido suficientemente explotados e interiorizados en las universidades, cuando curiosamente existe conocimiento científico que avala su pertinencia. Ahí deben encaminarse una buena parte de los esfuerzos de la docencia en la universidad”.

Una buena fórmula para tener un primer contacto con determinadas materias

El hecho de que los MOOC se dirijan a un público muy amplio puede ser considerado, para algunos, como un elemento negativo; ciertamente, su necesario carácter didáctico no permite proporcionar informaciones excesivamente complejas. Pese a ello, son una buena fórmula para tener un primer contacto con determinadas materias. “Bien planteados, seguramente con una hibridación con la enseñanza presencial, los MOOC pueden servir para que los jóvenes estudiantes o los adultos se introduzcan en temas que ahora mismo no tienen cabida en los curricula. Por ejemplo, es difícil encontrar una asignatura de Derecho en Bachillerato. Un MOOC para estudiantes de Bachillerato sería muy adecuado”, opina Miquel Duran.

¿Asistimos a una revolución en la educación? ¿Los MOOC son el final del paradigma de la formación clásica o de la universidad tal como la concebimos actualmente? Es cierto que su efervescencia ha desplazado varios actores del sistema educativo. Sin embargo, frente a algunas voces que predicen el fin de la universidad, hay que recordar que esta institución combina, por esencia, formación e investigación, y los MOOC son sobre todo formación. Además, la universidad se fundamenta intensamente en la interacción entre profesores y alumnos, y en vivencias y experimentaciones prácticas y próximas, lo que los MOOC raramente pueden materializar. Habrá  que volver a preguntar a éstos y a otros protagonistas dentro de pocos años para verificar el auténtico calado y utilidad de los MOOC.